
¿Cómo se monta una ópera del siglo XVII en el siglo XXI? El desafío de revivir a Monteverdi
El Teatro Mayor celebró 15 años con una ópera inédita: pasión y política se reflejaron con una puesta en escena que conecta siglos y realidades.Por las bambalinas del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, el eco de un clavecín resonó entre los muros. En mayo de 2025, Bogotá fue epicentro de un acontecimiento histórico: por primera vez en la ciudad se presentó L’incoronazione di Poppea, la última ópera de Claudio Monteverdi.
El montaje celebró los 15 años del Teatro y planteó una pregunta fascinante: ¿cómo se revive una ópera del siglo XVII en pleno siglo XXI?
¿Qué implica montar una ópera barroca hoy?
L’incoronazione di Poppea fue compuesta en 1642, en la efervescente Venecia, y es considerada una de las primeras óperas modernas por su enfoque en personajes históricos y emociones humanas. La obra narra la ambición y el deseo del emperador Nerone, quien repudia a su esposa para coronar a su amante, Poppea.
Su líder escénico, Pedro Salazar, director de Artes Escénicas de la Universidad de los Andes, lo resume así: “Estamos en un mundo lleno de Nerones, lleno de gobernantes que abusan del poder que, como dice el emperador en la obra, creen que la ley es para los que obedecen, no para los que mandan”.
Este paralelismo con los excesos del poder contemporáneo le dio una vigencia inesperada a un libreto de hace casi cuatro siglos y una de las claves del montaje fue la colaboración con Le Poème Harmonique, orquesta francesa especializada en música del siglo XVII, dirigida por Vincent Dumestre.
“Vincent es uno de los grandes especialistas de Monteverdi”, explicó Salazar, quien resaltó que esta versión de Poppea se reconstruyó a partir de las dos partituras históricas existentes de la obra, una veneciana y otra napolitana.
Aunque suenan como una, la puesta en escena no se apoyó en una gran orquesta sinfónica, como es común en montajes de Verdi o Puccini. Por el contrario son solo ocho instrumentos los que acompañan las voces, tal como se hacía en la época.

Yeraldin León, interpretando a Ottavia, esposa repudiada de Nerone, en 'L'incoronazione di Poppea'
Foto: Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo
“Realmente, el ejercicio con la orquesta es conmover al público a partir de las sensaciones, de los sentimientos [...] una música muy delicada, muy profunda, que realmente viene de los cielos, como decía Monteverdi”.
reflexionó el Director.
Asimismo, en esta producción participan jóvenes solistas de Colombia, Uruguay, Venezuela, Chile y Brasil. El reparto encarna una de las peculiaridades más fascinantes del barroco: la inversión de géneros en el canto. En el siglo XVII, los papeles masculinos eran a menudo cantados por castrati (cantantes masculinos castrados durante la infancia para mantener su voz aguda); hoy, el papel de Nerone lo interpreta Luciana Mancini, mezzosoprano chilena, mientras que la colombiana Andrea Niño encarna a Poppea.
“Me decían el otro día: hiciste una ópera queer”, comentó Pedro Salazar, pero “el reto era activar la acción dramática desde lo que está en la música y en el libreto”.
Y vaya libreto: escrito por Giovanni Francesco Busenello, está repleto de intriga, sensualidad y violencia política. Una joya teatral tan cercana a House of Cards, como a una pieza de museo.

Luciana Mancini y Andrea Niño, interpretando a Nerone y Poppea respectivamente.
Foto: Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo

Séneca, interpretado por Álvaro Carrillo, en 'L'incoronazione di Poppea'.
Foto: Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo
"De la grandeza real, puedes ver la pompa y el esplendor, pero los dolores son siempre invisibles".
Séneca, consejero de Nerone
La escenografía de una ópera del siglo XVII en el 2025
Julián Hoyos, escenógrafo y también profesor de la Universidad de los Andes, creó un espacio visual inspirado en el teatro de barroco. Esta técnica, popular en la Venecia del siglo XVII, transformó la escena en un juego de ilusiones ópticas.
Más allá del guiño histórico, el equipo creativo buscó conectar la narrativa con la historia política latinoamericana.
“Hicimos una investigación sobre la tradición de dictadores latinoamericanos del siglo XX [...] la acción se desarrolla en Roma, pero hay mucha relevancia y nos gusta utilizar la ópera para hablar de nosotros mismos”, afirmó Salazar.
Presentar una ópera de este época en Bogotá no es común. A diferencia de títulos populares como La Traviata o Tosca, Poppea es menos conocida, pero quizás más provocadora. En palabras de Salazar:
“Es una ópera mucho más delicada, mucho más profunda [...] me encantaría que el público colombiano descubriera la maravilla de Monteverdi”.
El montaje es también un homenaje a uno de los escenarios más emblemáticos del país. El Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, celebra 15 años siendo la plataforma de las artes escénicas en Colombia. Su programación 2025 apuesta por obras que retan tanto a artistas como a espectadores y esta ópera barroca fue un ejemplo perfecto.
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