Virgilio Barco, el arquitecto del Estado moderno colombiano

La sexta ―y última― jornada académica de la exposición ‘Virgilio Barco Vargas: una vida dedicada al servicio público’ se desarrolló en el Centro Cívico de la Universidad de los Andes, el 14 de marzo. En este diálogo académico se esgrimieron las razones de por qué Barco fue fundamental en la construcción del Estado moderno colombiano.

En esta cita, organizada por la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo, participaron Marino Tadeo Henao, coeditor del libro ‘Virgilio Barco Homenaje’ de Villegas Editores junto a Fernando Cepeda Ulloa, y también ex director General de la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP), entre 1986 y 1991; además de la participación de dos representantes de la Escuela de Gobierno: la directora, Paca Zuleta; el profesor, Pablo Sanabria Pulido y el estudiante, Oswaldo Pérez, quien también hizo las veces de moderador.

Un Plan de Desarrollo con un enfoque innovador

Henao explica que, en su metodología de trabajo y liderazgo, Barco siempre tuvo un interés por la planeación, la gestión y el seguimiento. Una muestra ello fue el ambicioso Plan de Desarrollo que implementó, el cual partió del concepto de economía social. Los curadores de la exposición afirman que fue la primera vez en la historia del país que hubo un compromiso así de claro en darle una orientación social al manejo de la política económica.

El Plan de Desarrollo de Barco se enfocó en priorizar las iniciativas locales para mejorar las condiciones de vida de las personas de escasos recursos y buscó la descentralización, es decir no plantear soluciones únicamente desde Bogotá, para ello se involucró a la ciudadanía en el diagnóstico, planeación y seguimiento de los programas sociales.

En este Gobierno se plantearon reformas para redistribuir la tierra urbana y rural, se trabajó por el empleo y se activaron tres programas prioritarios: el Plan para la Erradicación de la Pobreza Absoluta; el Plan Nacional de Rehabilitación, con un gran componente participativo, y el Plan de Desarrollo Integral del Campesino.

La obsesión por el fortalecimiento del archivo

El historiador británico Malcolm Deas detalla en su libro ‘Barco: vida y sucesos de un presidente crucial’ que Virgilio tuvo gran interés por el fortalecimiento del archivo, delegando a Jorge Palacios Preciado en la creación del nuevo Archivo General de la Nación.

La conservación de la memoria fue una de las grandes preocupaciones de Barco.

Cuando llegó a la presidencia, el Archivo Nacional quedaba en el cuarto piso de la Biblioteca Nacional, en tan solo 700 metros cuadrados, lo que limitaba su crecimiento y capacidad. De manera que una de las primeras decisiones del fallecido exmandatario fue construir un comité de archivos, en el que hicieron parte: el Banco de la República, el Banco Central Hipotecario y la Universidad Nacional, entre otros. Este comité permitió la creación del Archivo General de la Nación (AGN) y el Sistema Nacional de Archivos (SGN).

Esta decisión derivó en la construcción de la sede del AGN, que fue diseñado por el arquitecto Rogelio Salmona, considerado un Bien de Interés Cultural de la Nación; este inmueble cuenta con 21.000 metros cuadrados, hecho que aumentó su capacidad.

Al final de esta agenda académica, la directora de la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo, dio algunos ejemplos de la innovación pública de Barco, esenciales en las bases del Estado moderno:
 

• La reforma tributaria, que logró que los bancos sirvieran para recaudar impuestos.
• El Predio Putumayo, que protegió gran parte de la Amazonía.
• La creación de la Dirección Nacional de Derechos de Autor, para proteger los derechos de los artistas.
• La figura de los jueces sin rostro, para protegerlos de su trabajo judicializando a la mafia.
• El concepto de corresponsabilidad en lucha contra las drogas mundial, un hito mundial.

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