27/12/2019

Retos de la academia para formar la judicatura del futuro

Foto de Tatiana Garcés en una oficina
Tatiana Garcés, socia administradora de Baker & Mckenzie.

Por: Tatiana Garcés Carvajal
Socia administradora
Baker Mckenzie


El hacinamiento carcelario, los escándalos de corrupción en los entes judiciales, la excesiva demora en la resolución de conflictos y los debates sobre la confiabilidad en las instituciones de justicia, entre otros, son síntomas de que algo no anda bien. Y quizás, aunque las discusiones frente a la necesidad de realizar o no una nueva reforma a la justicia pueden dar ideas para encontrar mejoras oportunas de las actuales condiciones del sistema judicial en Colombia, se requiere plantear un escenario de transformación más profundo basado en la formación de los abogados que en el mediano y largo plazo serán los futuros fiscales, jueces y magistrados.

En el más reciente estudio sobre “La Corrupción Judicial en Colombia, una aproximación al mapa de riesgos”, de las corporaciones Transparencia por Colombia y Excelencia en la Justicia, con el apoyo de USAID, se analizaron las situaciones que ponen en riesgo de corrupción a los trabajadores de la rama judicial. Entre las principales causas asociadas se cuentan la existencia de mecanismos disciplinarios poco rigurosos, la precaria capacitación, la congestión judicial, los sueldos bajos y el temor a represalias.

Creemos que los programas de Derecho tienen una inmensa oportunidad de contribuir brindando capacitación estructurada e innovadora a los futuros funcionarios de la Rama Judicial.

En esta línea, la Universidad de los Andes recientemente lanzó su programa de formación judicial. En ese acto, la decana de la Facultad de Derecho, Catalina Botero Marino, mencionó el firme propósito de contribuir a mejorar el acceso, la eficiencia y la eficacia en la administración de justicia en Colombia, a través de la formación de competencias adecuadas para el ejercicio de la judicatura. 

Históricamente ha habido importantes esfuerzos para fortalecer la formación del personal vinculado. Es destacable, sin duda, la existencia y funcionamiento desde hace más de 40 años de la Escuela Judicial Rodrigo Lara Bonilla y su trabajo decidido para mejorar el acceso y la calidad de la justicia en Colombia. Sin embargo, el Programa de Formación Judicial (PFJ), adelantado por la Facultad de Derecho de Uniandes, resulta un paso trascendental para una transformación necesaria en la formación de estudiantes, jueces, funcionarios judiciales en ejercicio y tomadores de decisiones. Este pretende darle al país nuevas herramientas para avanzar hacia un sistema judicial con mejor preparación y, como consecuencia, con mayor eficiencia.

Desde Baker McKenzie, nos hemos comprometido en este propósito de contribuir a la formación con competencias adecuadas de quienes ejercerán la judicatura en los próximos años. Hemos aportado porque estamos convencidos de que espacios como este transformarán de forma positiva el sistema judicial. Sabemos que la búsqueda de la excelencia en el ejercicio de la judicatura es una condición que refuerza su esencia, porque como abogados que somos, reconocemos, valoramos y respetamos la importante labor de los jueces y magistrados en nuestro país y su poder de transformación.


 

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