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A profundidad
23/04/2024

Virgilio Barco, bajar impuestos para subir el recaudo

Jimena Hurtado, vicerrectora de Investigación y Creación, sostuvo una conversación con Luis Fdo. Alarcón, Santiago Pardo y Ma. Mercedes Cuéllar sobre el manejo económico de Barco.

La quinta agenda académica de la exposición ‘Virgilio Barco Vargas: una vida dedicada al servicio público’ no bajó la categoría de sus invitados, el 7 de marzo. Luis Fernando Alarcón, Santiago Pardo y María Mercedes Cuéllar fueron protagonistas directos de cómo el expresidente nortesantadereano manejó la política económica del país al final de la década de los ochenta.

Los panelistas hablaron sobre la administración fiscal y económica del presidente Barco a través de anécdotas. De la mano de la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo, los funcionarios de ese Gobierno: Luis Fdo. Alarcón, otrora Ministro de Hacienda (1987); Santiago Pardo, director de Impuestos de Barco (1986), y María Mercedes Cuéllar, directora de la época del Dpto. de Planeación Nacional (1986) y ministra de Desarrollo Económico (1989), recordaron con orgullo su paso por el servicio público.

La anécdota de la reforma tributaria y la nueva manera de recaudar los impuestos

Cuenta el historiador británico Malcolm Deas en su libro ‘Barco: vida y sucesos de un presidente crucial’ que Virgilio tuvo mucha claridad, desde siempre, de lo que quería hacer en su presidencia.

Sus estudios en Estados Unidos (máster en Economía del Massachusetts Institute of Technology MIT en 1952, y el doctorado en Economía por la Universidad de Boston en 1954), su vasta experiencia en el servicio público, su temperamento de ejecutor y su formación de ingeniero le permitieron crear múltiples comisiones para formular políticas en detalle de toda índole.

Antes de 1992 no existía la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (DIAN), fue a través del decreto 2117 de tal año, que el Gobierno Nacional fusionó las dos entidades que existían antes: la Dirección de Impuestos Nacionales (DIN) y la Dirección de Aduanas Nacionales (DAN). Sin embargo, fue en el periodo del presidente Barco (1986-1990) que se entendió la necesidad de reformar el recaudo de los impuestos.

Santiago Pardo, padre de la reforma tributaria de aquel Gobierno, recordó que Barco, desde la campaña presidencial, tenía “clarísimo” lo que tocaba hacer en términos tributarios porque había estudiado la reforma de impuestos de Estados Unidos a finales de esa década.

Pardo, de la mano de Luis Fernando Ramírez (un renombrado contador público), realizaron el estudio y la formulación de la reforma a lo largo de un año, que elaboraron en un computador Apple 2, el cual era muy raro para entonces. Terminaron los ajustes para agosto del 86.

La reforma, que buscaba bajar los impuestos, tenía muchos detractores, tanto conservadores como, incluso, liberales. Entonces, astutamente, Barco acudió al reputado economista y profesor de la Universidad de Stanford Charles McLure, experto en temas tributarios, quien la avaló y auguró que debido a esa idea se iba a lograr que el recaudo fuera mayor en Colombia. Cuestión que terminó siendo así. Los años les darían la razón.

Como resultado de todo ese proceso, Santiago Pardo terminó convirtiéndose en Director de Impuestos Nacionales y resultó trabajando de la mano de Luis Fernando Alarcón y María Mercedes Cuéllar, como integrantes también del gabinete de Virgilio Barco, con quienes le dieron un giro de 180 grados a la manera como se manejaba la política económica nacional.

Reviva el conversatorio completo aquí:

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