70 años de inteligencia artificial... sí, 70
Aunque gran parte del mundo comenzó a hablar de inteligencia artificial en 2022, quienes la desarrollan llevan décadas trabajando en ella. ¿Cómo adopta Colombia la tecnología que transformará todas las áreas del conocimiento?Alan M. Turing se preguntó si una máquina podría ser confundida con un humano. Para ello creó el test de Turing, donde un juez a ciegas debía decir cuál de los participantes que le respondía era una máquina. Así fue como este matemático empezó a cuestionarse en 1950 si "hay computadores digitales imaginables que tendrían un buen desempeño en el juego de la imitación", es decir, si un computador podría imitar la mente humana. Desde entonces se empezó a reflexionar sobre el poder de aprendizaje de las máquinas.
Pocos años después (1956), en una conferencia en la Universidad de Dartmouth se acuñó el término inteligencia artificial (IA) y plantearon el reto de describir los procesos de aprendizaje con tal precisión que se pudiera construir una máquina capaz de simularlos. Algo que el mundo sintió experimentar masivamente en noviembre de 2022, cuando OpenAI lanzó ChatGPT 3.5, un modelo de IA generativa. Desde la palma de la mano empezamos a solicitarle tareas que hasta entonces solo se pedían a un humano: desde escribir correos electrónicos hasta dar consejos sobre relaciones de pareja.
Parte de esta historia la cuenta el libro Inteligencia artificial. Teorías, aplicaciones, futuro, con coedición académica de Juan David Gutiérrez y Rubén Manrique, donde 39 expertos dan las definiciones básicas sobre el campo y un panorama de las investigaciones desarrolladas con IA en la Universidad de los Andes.
Manrique, profesor del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación en Uniandes, afirma que la IA permeará todas las áreas del conocimiento. Cita a Andrew Ng, experto en IA y fundador de DeepLearning.AI, quien compara la tecnología con la llegada de la electricidad, señalando la forma en que esta cambió todas las industrias. Por eso, la pertinencia del recorrido que hace el libro por los campos en que trabaja en IA el país.
¿En qué anda Colombia en inteligencia artificial?
En los primeros años de esos 70 que se ha desarrollado, el país estuvo relegado, pero Manrique señala que aproximadamente en el año 2000 se comenzó a trabajar en el tema, hasta acercarse hoy a los líderes del continente. En el país se investiga con IA en áreas como la educación, la historia, la política pública y el desarrollo sostenible.
El libro describe varios trabajos como la planificación urbana a través de imágenes de satélite y aprendizaje automático (machine learning); el estudio de la participación en asociaciones informales de ahorro y crédito para optimizar sus estrategias; o la utilización de IA en una educación más personalizada y con potentes herramientas para consultar información, entre otros.
Según el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA), en 2025 Colombia es considerado un país Adoptante, muy cerca de los denominados Pioneros (Chile, Brasil y Uruguay). Los Adoptantes tienen un desempeño intermedio, con espacios de mejora en lo académico y en la innovación para alcanzar una madurez en el campo.
Aunque el país se acerca a los líderes del continente, preocupa que la región, a pesar de su entusiasmo, “aún carezca de acciones más decididas e inversiones a la altura de la urgencia del momento tecnológico”, dice el ILIA, y agrega que ningún país supera el promedio mundial de inversión en IA sobre el PIB per cápita.
Puntaje total de la Ilia. Distinge los países entre Pioneros, Adoptantes y Exploradores. Fuente: Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial 2025 de la Ilia.
Una ilustración del billete de 50 libras esterlinas dedicado a Alan Turing, quien fue seleccionado entre más de 200 000 nominaciones. Foto: AFP- Christopher Furlong
¿En qué tiene que trabajar Colombia en materia de IA?
El profesor ve necesario enfocarse en tres temas: primero, la infraestructura, al no contar con grandes centros de cómputo en el país, “podría decir que regionalmente tampoco, a excepción de Brasil y el CENIA de Chile”. En esto es líder Estados Unidos, con proyectos tan grandes como Stargate en Abilene, Texas, que tiene un costo total de 500 mil millones de dólares.
El segundo punto es el tema energético. Estos centros de cómputo consumen una gran cantidad de energía y el país debería estar preparándose para esto. El tercero es el apoyo a la investigación, que se ha venido reduciendo en el país y es de los rubros que menos recursos tiene en el presupuesto nacional.
Para Manrique, las instituciones educativas en esto último pueden jugar un papel clave, a pesar de que en el mundo se les esté quitando financiación. “Esa visión imparcial que dan las universidades, producto de la investigación, es la que alimenta después regulaciones del gobierno y eso impacta la sociedad”, comenta el profesor.
El auge de la inteligencia artificial está ligado al impulso económico de las industrias que ven su potencial. Pero, como se ha dicho, la tecnología puede influir en todos los sectores, incluso en aquellos que no necesariamente buscan una ganancia económica. Las universidades realizan proyectos que benefician a minorías, como la traducción de lenguas indígenas que no tienen presencia digital.
Inteligencia artificial: teoría, aplicaciones, futuro. Edición académica de Juan David Gutiérrez y Rubén Manrique.
Teorías, aplicaciones y futuro
La sorpresa de la IA generativa en 2022 no lo fue tanto para los expertos, quienes ya conocían esos modelos de lenguaje desde hace más de 20 años. Ya se veía venir. Lo que los sorprendió fue su masificación y el costo que eso implica para una empresa en infraestructura y consumo energético. “Nunca creí en ese momento que una empresa estuviera dispuesta a meterle tanto dinero a masificar esta tecnología, que desde el punto de vista computacional es tan costosa”, dice Manrique.
Es una tecnología que no tiene marcha atrás. Para el profesor, lo que debería estar haciendo cada profesión es mirar cómo la IA transformará su campo. Por eso, las diversas miradas que se reunieron en el libro de la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo, editado por Ediciones Uniandes, reúne los trabajos de distintas disciplinas y plantea las bases necesarias para estar en línea con las conversaciones que se llevan a cabo en el mundo.
Centro de datos del Banco Agrícola de China en Horinger, ciudad de Hohhot. El clúster tiene capacidad para unos 950 000 servidores, Foto: AFP