Aterciopelada flor de la pasión, Andrea Echeverri en los Andes
Andrea Echeverri pasó a moldear barro a moldear canciones. En Historias Uniandinas revive sus años en la Facultad de Artes y Humanidades, donde empezó a construir la sensibilidad artística que hoy resuena en varias generaciones.-
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Antes de llenar escenarios y convertirse en una de las voces femeninas más representativas del rock colombiano, Andrea Echeverri ya creaba desde lo profundo: moldeando cerámica, haciendo grabados y leyendo a Simone de Beauvoir en los salones de la Facultad de Artes y Humanidades de la Universidad de los Andes.
En este episodio de Historias Uniandinas, Andrea nos lleva de regreso a sus días como estudiante uniandina, a ese pequeño taller de cerámica entre el campito y la cafetería central, donde empezó a tomar forma su lenguaje artístico. En ese espacio íntimo, rodeada de tornos, hornos y esmaltes, exploró por primera vez la posibilidad de expresarse a través del arte.
Con el paso del tiempo, esa sensibilidad cultivada en la universidad se transformó en canciones que hoy hacen parte de la memoria colectiva de varias generaciones. Desde la cerámica hasta el escenario, Andrea ha sabido conservar la esencia de quien se atrevió a preguntarse, a crear y a encontrar su voz.
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Producido por: Alumni Uniandes y Cerosetenta.