
“Una noche para encender futuros": así fue la Cena Quiero Estudiar 2025
2.500 millones recaudados, decenas de aliados reunidos y una verdad urgente: solo 4 de cada 10 jóvenes acceden a educación superior en Colombia. Una noche para creer y transformar.En la noche del 22 de mayo de 2025, el Country Club de Bogotá fue escenario de un encuentro con propósito: “Impulsar las mentes brillantes antes de que se apaguen”.
Con esa premisa, la Universidad de los Andes reunió a donantes y aliados de diferentes sectores económicos, financieros, industriales, entre otros, para apoyar el acceso de jóvenes talentosos a educación superior de calidad en esa institución. El objetivo: recaudar fondos para financiar nuevas becas del programa Quiero Estudiar, que desde 2006 ha beneficiado a más de 2.700 jóvenes en todo el país.
Una cena con propósito
La velada inició con las palabras de Carlos Vegalara, presidente del Consejo Superior, quien subrayó el sentido profundo del programa: “Quiero Estudiar no se trata solo de ayudar a unos estudiantes. Se trata de algo más ambicioso: de fortalecer un proyecto de país. Una comunidad que invierte en movilidad social, basada en el mérito y la reciprocidad”.
La rectora Raquel Bernal, por su parte, reforzó el mensaje con datos claros: en Colombia, 2,5 millones de jóvenes no estudian ni trabajan. “Así, ningún país puede avanzar”, afirmó, y destacó que invertir en educación es clave para reducir desigualdades y construir una sociedad más justa.
"Cada una de sus donaciones no solo representa un gesto de generosidad, sino una declaración de esperanza".
Diego Córdoba, miembro del Consejo Superior
“El Programa es más que un beneficio económico. Es una luz, una oportunidad que valora el esfuerzo de nuestros hijos y los acompaña”, dijo Kelly Triana, profesora y madre de Valentina Romero, beneficiaria del Quiero Estudiar, en uno de los momentos más emotivos de la noche.
Valentina está a un semestre de graduarse como ingeniera biomédica. Ella es todo un ejemplo de persistencia que evidencia que se vale soñar... que se pueden materializar los sueños. En entrevista con María Elvira Arango, maestra de ceremonia, compartió cómo la beca le permitió rodearse de personas que la inspiran a superar obstáculos: “Estar con personas que sueñan tan alto hace que esos sueños se vuelvan también tuyos. Te recuerdan que puedes lograr mucho más de lo que imaginas”. Su historia refleja, además, el impacto real del programa en la vida de cientos de jóvenes.

Un plan estratégico para transformar el país
La Cena Quiero Estudiar 2025 representó el compromiso real de la Universidad de los Andes con la educación como motor de cambio social.
La rectora Raquel Bernal lo expresó con claridad: “La inversión en educación es lo mejor que se puede hacer para construir una Colombia más justa y equitativa."
Esa noche, prender una vela simbolizó mucho más que luz: fue un gesto de esperanza y un motivo para recordar que juntos podemos iluminar futuros.
"La beca permitió que mis padres no se endeudaran y que mi familia pudiera invertir en otras oportunidades. Liberó cargas para que todos creciéramos." Santiago Ortiz - Beneficiario beca Quiero Estudiar

El acto simbólico: encender lo que falta
Uno de los momentos más inspiradores de la noche ocurrió en cada mesa. Sobre ellas solo había cuatro fósforos para prender diez velas. Una metáfora clara de la realidad: solo 4 de cada 10 jóvenes en Colombia acceden a la educación superior.
“El reto es encender lo que falta”, dijo la maestra de ceremonia. Y así lo hicieron: los asistentes comenzaron a ayudarse unos a otros, compartiendo la llama. Un gesto simple que reflejó el mensaje central de la noche —la educación necesita del esfuerzo colectivo.
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