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Espacios y proyectos
08/10/2025
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Los Andes, sede de la Cumbre de La Tríada

Representantes de la Universidad de los Andes, el Tecnológico de Monterrey y la Pontificia Universidad Católica de Chile evaluaron siete años de la alianza y proyectaron su aporte frente a los retos de América Latina.

La Universidad de los Andes fue anfitriona de la Cumbre de La Tríada, la alianza que une a esta institución con la Pontificia Universidad Católica de Chile y el Tecnológico de Monterrey. El encuentro, realizado en Bogotá del 5 al 7 de octubre de 2025, contó con la participación de los rectores y sus equipos, y ratificó la solidez de este vínculo que ha impulsado más de 90 proyectos interdisciplinarios. 

 

Desde su creación en 2018, La Tríada se ha consolidado como un espacio de cooperación académica sin precedentes en América Latina y hoy es un referente regional en investigación, educación e innovación

 

Con miras a 2030, la Cumbre abre espacios de diálogo y sesiones estratégicas orientadas a fortalecer la cooperación regional, reimaginar la educación como motor de transformación, impulsar una agenda de investigación con impacto en temas prioritarios y posicionar a esta alianza como una plataforma de esperanza activa y compartida.

 

En esta ocasión, se abordaron temas estratégicos:

 

  • Transformación digital e inteligencia artificial, con el intercambio de aprendizajes y la identificación de retos comunes.
  • Sostenibilidad y neutralidad de carbono, como parte de los compromisos asumidos frente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
  • Emprendimientos de base científica y tecnológica, explorando vías para escalar proyectos y fortalecer su internacionalización.
  • ODS y desafíos regionales, con una reflexión crítica sobre la primera década de su implementación y el papel de las universidades en la agenda global.

 

Colaboración universitaria para transformar la región

 

Los rectores Juan Pablo Murra (Tec. de Monterrey), Juan Carlos de la Llera (Católica de Chile) y Raquel Bernal (Uniandes) coincidieron en que La Tríada debe convertirse en un faro regional que defienda la independencia académica y la investigación de excelencia.

 

Raquel Bernal subrayó que, frente a los rezagos de la región —con 20 % de jóvenes que no estudian ni trabajan y un comercio intracontinental entre los más bajos del mundo—, la educación es clave para la movilidad social y la reducción de la desigualdad. Recordó que, aunque las tres instituciones son diferentes, en siete años han construido confianza y demostrado que la colaboración permite complementar capacidades y alcanzar mayores resultados.


“Queremos que estas tres universidades líderes y de alta calidad en Latinoamérica sean una voz de optimismo y de esperanza para una región abatida por inseguridad, democracias frágiles, desigualdad, pobreza. Ese ha sido nuestro compromiso y lo seguiremos profundizando en los próximos cinco años de la alianza”.
Raquel Bernal, rectora de la Universidad de los Andes.

El rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile recurrió a la metáfora de "los mares agitados": pocas veces como hoy sentimos que las olas cambian el rumbo a cada instante. Recordó que alianza nació para resistir esas tormentas y convertirlas en aprendizaje compartido, e invitó a mirar el futuro con la lente de la destrucción creativa de Schumpeter: la capacidad de derribar lo obsoleto para dar paso a lo nuevo. Para él, el pensamiento crítico es el sello irremplazable de la universidad, porque ninguna máquina podrá distinguir entre lo verdadero y lo falso, lo justo y lo injusto, lo útil y lo inútil.


“Los planes estratégicos de nuestras universidades muestran un alineamiento natural en objetivos e iniciativas, lo que abre una gran oportunidad, especialmente en temas como la inteligencia artificial y su papel en el futuro académico”.
Juan Carlos de la Llera, rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

 

Por su parte, el rector Juan Pablo Murra (Tec de Monterrey) destacó que La Tríada se ha consolidado porque comparte valores y capacidades que la convierten en tierra fértil para grandes iniciativas, a diferencia de otros consorcios que no prosperaron. Advirtió que preservar la autonomía universitaria frente a gobiernos que buscan limitarla es uno de los desafíos más críticos de la región. Finalmente, propuso tres campos de acción: reflexionar sobre el rol humanista de la universidad frente a la desigualdad, construir una narrativa común de impacto social y proyectar con más fuerza la voz de América Latina en foros internacionales.


“Coincidimos en la importancia social que tienen nuestras universidades en las comunidades donde estamos presentes y, de manera más amplia, en América Latina. También resaltamos la importancia del desarrollo de la investigación y la ciencia, y de conectar el emprendimiento que llegue a transformar nuestras economías y nuestra sociedad”.
Juan Pablo Murra Lascurain, rector del Tecnológico de Monterrey.
Rectores de La Tríada

Los rectores Juan Carlos de la Llera (Pontificia Universidad Católica de Chile), Raquel Bernal (Universidad de los Andes) y Juan Pablo Murra (Tecnológico de Monterrey).

Transformación digital e inteligencia artificial

 

En el panel Retos estratégicos y operativos de la Transformación Digital e Inteligencia Artificial, los representantes de las tres universidades enfatizaron de manera conjunta que el desafío no es únicamente tecnológico, también cultural y académico. Paula Aguirre Aparicio, vicerrectora de Inteligencia Digital de la Pontificia Universidad Católica de Chile, destacó la importancia de construir una arquitectura de datos y plataformas unificadas que eliminen la fricción digital, al tiempo que se avanza en marcos éticos para guiar el uso de la inteligencia artificial en la docencia y la investigación. Carles Abarca, vicepresidente de Transformación Digital del Tecnológico de Monterrey, compartió la experiencia de identificar más de 100 procesos para automatizar en apenas tres meses, con el fin de elevar la eficiencia y responder a la alta exigencia de los estudiantes nativos digitales.

 

Por su parte, Harold Castro, director ejecutivo de Transformación Digital de la Universidad de los Andes, planteó que la transformación digital debe entenderse como un cambio cotidiano, en el que cada unidad se apropia de los procesos con acompañamiento institucional. Los tres panelistas coincidieron en que la clave está en articular tecnología, cultura, ética y experiencia universitaria, de modo que la transformación digital e inteligencia artificial no solo modernicen la gestión, sino que potencien la formación y la investigación en un contexto global en constante cambio.


En La Tríada compartimos los mismos retos, las mismas intenciones e incluso repetimos errores y buenas prácticas. Por eso, si colaboramos, seremos más eficaces y podremos mostrarle a la región y a otras universidades cómo se debe hacer. Esa es nuestra responsabilidad con la región.
Harold Castro, vicerrector de Transformación Digital de la Universidad de los Andes.
Panel - Retos estratégicos y operativos de la Transformación Digital e Inteligencia Artificial

Verónica Suárez, jefa de Inversidad Digital; Harold Castro, vicerrector de Transformación Digital de la Universidad de los Andes; y Carles Abarca, vicepresidente de Transformación Digital del Tecnológico de Monterrey.

Sostenibilidad del campus

 

Uno de los paneles se centró en la sostenibilidad, liderado por Mauricio Olivera, vicerrector Administrativo y Financiero de la Universidad de los Andes. Allí se recordó que esta línea estratégica nació en 2023 en la Pontificia Universidad Católica de Chile y se consolidó en 2024 en el Tecnológico de Monterrey.

 

Katherine Neira, jefe de Planeación de Uniandes, destacó que entre 2024 y 2025 se realizaron cinco encuentros sobre gestión de residuos, energía, carbono neutralidad y sostenibilidad en la formación académica, y señaló que el reto común es integrar la sostenibilidad en la cultura universitaria.

 

Desde el Tecnológico de Monterrey, Paola Visconti Arizpe insistió en que la sostenibilidad debe asumirse como un imperativo estratégico y no como un asunto accesorio. Sus prioridades apuntan a la resiliencia frente a riesgos ambientales, a un enfoque integral que combine lo social, lo económico y lo ambiental, y a la difusión de buenas prácticas en América Latina.

 

Por su parte, Maryon Urbina recordó que la Católica de Chile se comprometió a alcanzar la carbono neutralidad en 2038 y enfatizó que la presencia en foros internacionales visibiliza a las universidades no solo como espacios académicos, sino también como catalizadores sociales de acción climática.

 

A 2030, el propósito es consolidar a La Tríada como una plataforma de colaboración que potencie el desarrollo sostenible y catalice la acción climática en la educación superior, tanto al interior de las universidades como en la sociedad en su conjunto.

 


Cada vez que tenemos una duda sobre cómo avanzar en sostenibilidad, acudimos primero a Uniandes y a la Católica de Chile. Compartimos más entre nosotros que con universidades del norte o de Europa; ahí hay un gran potencial para colaborar y mostrar lo que hacemos en sostenibilidad climática.
Paola Visconti Arizpe, directora de Desarrollo Sostenible del Tecnológico de Monterrey.

Tríada para el impulso de emprendimientos científicos y tecnológicos

 

El taller “Tríada para el fortalecimiento de emprendimientos de base científica y tecnológica”, liderado por Julio Hernández, director del Ecosistema de Innovación, Transferencia y Emprendimiento de la Vicerrectoría de Investigación y Creación de Uniandes, puso de relieve el papel de las universidades como catalizadoras de innovación y transferencia de conocimiento en América Latina. Se enfatizó que las instituciones no pueden trabajar de manera aislada, sino que deben articularse entre sí y con el sector productivo para potenciar su impacto. Asimismo, los participantes resaltaron la importancia de compartir tanto buenas prácticas como los aprendizajes derivados de experiencias fallidas, generando incentivos que motiven a estudiantes y profesores a crear y experimentar.

 

Se planteó consolidar un ecosistema regional de investigación, innovación y emprendimiento que permita transferir y adaptar soluciones científicas y tecnológicas entre países. El taller también subrayó la necesidad de fomentar formación práctica a través de proyectos reales con empresas y emprendimientos, lo que no solo fortalece las competencias de los estudiantes, sino que también aporta soluciones a organizaciones locales e internacionales. Bajo esta visión, las universidades se proyectan como motores de desarrollo sostenible e integración regional.

 

 


“El rol de las universidades es ser el entorno que permite crear, fomentar y apalancar los emprendimientos que surgen del conocimiento y la investigación. Esto es clave para que la transferencia tecnológica tenga impacto en los ecosistemas internos de cada universidad y, a la vez, a nivel regional y nacional”.
Julio Hernández, director del Ecosistema de Innovación, Transferencia y Emprendimiento
Tríada para el impulso de emprendimientos científicos y tecnológicos

Taller “Tríada para el fortalecimiento de emprendimientos de base científica y tecnológica”, un espacio para impulsar la innovación y la colaboración entre universidades.

Los ODS: desafíos para La Tríada y América Latina

 

Juan Camilo Cárdenas, director del Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe (CODS), fue enfático en que las universidades tienen un papel decisivo en el cumplimiento de los ODS y en la construcción de sociedades más equitativas y sostenibles. No se trata de ajustes marginales, sino de transformarse en verdaderos laboratorios vivos donde se integren investigación, formación e incidencia social. En ese sentido, subrayó que la desigualdad estructural sigue siendo el mayor obstáculo del desarrollo en América Latina y que las instituciones de educación superior deben atreverse a “soñar más grande” y asumir la responsabilidad de liderar procesos de cambio frente a retos como la deforestación, la violencia y la falta de equidad de género.

 

En este marco, se destacó también la apuesta académica de la Universidad de los Andes con la creación del nuevo pregrado en Cambio Ambiental Global, un programa diseñado para formar profesionales capaces de enfrentar los desafíos de la sostenibilidad desde una perspectiva interdisciplinaria. Con este tipo de iniciativas, las universidades reafirman su papel como motores de transformación social y ambiental, aportando soluciones concretas a los retos que plantea la Agenda 2030 y consolidando su rol como actores estratégicos en la región.


“Uno de los retos más grandes de América Latina es la reducción de la deforestación. Lo vimos en la COP16 y ahora en la COP30. Esta puede ser la mayor amenaza climática que enfrenta la región”.
Juan Camilo Cárdenas, director del CODS.