
Grados 2025-2: “Defender la democracia también es una tarea universitaria”
La rectora Raquel Bernal instó a los graduados a liderar con ética, inclusión y humanidad en tiempos de desinformación, populismo y polarización. Vea los discursos e imágenes de la ceremonia de grados 2025 - 2.
Los nuevos egresados de la Universidad de los Andes, con sus familias, amigos y profesores, celebraron la constancia, la dedicación y un sueño cumplido: recibir el título que los acredita como profesionales uniandinos.
Este 20 de octubre de 2025, en el Movistar Arena, se graduaron 1164 estudiantes, de los cuales 84 recibieron doble titulación. Además, uno de cada cuatro graduados fue beneficiario de algún tipo de apoyo financiero.
En su discurso, la rectora Raquel Bernal felicitó a los graduados y a sus familias por alcanzar un logro que marca el inicio de una nueva etapa. Les invitó a representar el espíritu uniandino y los valores de esta comunidad en cada paso de su trayectoria, y a mirar el futuro con propósito y compromiso.
Defender la democracia desde la educación
Tras su mensaje de felicitación, la Rectora compartió esta frase que trascendió en la ceremonia: “La educación es el acto más poderoso en defensa de la democracia".
En tiempos marcados por la desinformación, el populismo y la polarización, Raquel Bernal les recomendó ejercer un liderazgo ético, inclusivo y colaborativo, capaz de construir un país más justo, equitativo y humano. “Los invito a ser actores activos de nuestra realidad, a defender la democracia liberal y a aportar desde cada una de las tareas que emprendan en esta nueva etapa de sus vidas”.
Prometer y cuidar: dos ideas para imaginar un país posible
El orador de la ceremonia de la mañana fue el escritor y periodista Juan David Correa, quien invitó a los nuevos profesionales a repensar el futuro desde dos ideas esenciales: la promesa y el cuidado.
Correa propuso recuperar la palabra dada, reconstruir los vínculos de confianza y comprender que cuidar —de los otros, de lo común y de nosotros mismos— es el verdadero ejercicio político y ético de nuestra época. “Los invito a que pensemos en esa posibilidad de crear vínculos de confianza y compromiso que se sostengan a través de la palabra”.
Su mensaje fue un llamado a la sensibilidad, a la empatía y a la responsabilidad compartida que debe guiar el liderazgo de las nuevas generaciones.
La inteligencia también habita en la lentitud: no es artificial, es humana
En una era dominada por la inmediatez y la inteligencia artificial, la escritora y maestra Yolanda Reyes recordó que el pensamiento humano sigue siendo insustituible.
Su discurso, pronunciado durante la ceremonia de grados de la tarde, fue una defensa del tiempo lento: ese que permite imaginar, dudar, preguntar y crear sentido. “Hoy, cuando las máquinas aprenden y se dice que enseñan a aprender, leen y escriben con voces artificiales que nos imitan, y realizan trabajos con manos virtuales mucho más precisas y veloces que las nuestras, tiende a haber un desdén por esos procesos lentos, llenos de ensayos y errores”.
Con la claridad de quien enseña a leer desde la infancia, Reyes invitó a no delegar lo humano en los algoritmos, a cuidar el lenguaje como casa común y a recordar que la inteligencia —la verdadera— se teje entre el corazón, la palabra y la experiencia.
Las ceremonias de grado también contaron con las intervenciones de dos estudiantes como oradores, seleccionados mediante convocatoria abierta.
En la mañana, Luna Sofía Osorio Benítez, graduanda del programa de Derecho, compartió un mensaje que invitó a mirar hacia adentro y a reconocer el poder de la autenticidad como la forma más profunda de libertad.
En la tarde, la voz estudiantil estuvo a cargo de Isabella Sguerra Rodríguez, graduanda del programa de Gobierno y Asuntos Públicos, quien representó a su generación con un discurso conmovedor que recordó que “el verdadero fracaso no es caer, sino olvidar la bondad.”
Asimismo, participaron Carlos Enrique Cavelier y Alfredo Lewin Figueroa, miembros del Consejo Superior, con mensajes de orgullo y confianza en el papel transformador de los egresados uniandinos.
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