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A profundidad
27/08/2025

El desafío de formar ciudadanos críticos

A meses de las elecciones, las universidades en Colombia impulsan debate, investigación y formación ciudadana para fortalecer la democracia.

A pocos meses de las elecciones presidenciales en Colombia, la universidades vuelven a ser escenario de debates, foros y discusiones sobre el futuro político del país.  

 

En medio de la agitación propia de la contienda electoral, surge una pregunta de fondo: ¿qué papel tienen las universidades en la preservación de la democracia? 

 

“Es fundamental sacar la universidad de la universidad”, dijo Jimena Hurtado, vicerrectora de Investigación y Creación de Los Andes, durante el reciente panel académico ERA2048: las universidades frente al autoritarismo. Su reflexión apuntó a la necesidad de que la academia trascienda sus límites físicos y conceptuales para influir en la sociedad.  


“Creemos que las universidades deben ser los lugares en los cuales estas discusiones se pueden hacer, donde podemos enfrentar los retos de la tolerancia en el sentido estricto y político que esa palabra implica”,
añadió.

El contexto actual refuerza la relevancia de estas palabras. En periodos electorales, los discursos polarizados suelen intensificarse, los rumores proliferan en redes sociales y la desinformación amenaza con desviar el debate público.  

 

Frente a este panorama, las universidades no solo forman profesionales, también ofrecen un espacio donde la pluralidad de ideas puede expresarse con base en argumentos y evidencia. 

Democracia en construcción: el rol activo de las universidades

La democracia no es un hecho estático. “La democracia no se reproduce sola y de manera automática [...]. Tenemos que preservarla activamente y hacer innovaciones para que eso sea posible”, advirtió Carlos Ramírez, politólogo de la Universidad de los Andes y doctor en filosofía de la Ruprecht-Karls Heidelberg Universität.  

 

Su afirmación cobra vigencia cuando se observa el papel que la educación superior puede desempeñar en contextos de alta tensión política: proveer información verificada, fomentar el pensamiento crítico y promover la deliberación abierta. 

 

En Colombia, las universidades han sido históricamente espacios de movilización y reflexión, pero también de producción de conocimiento para fortalecer las instituciones. Investigaciones en temas como transparencia electoral, participación ciudadana y control social de la gestión pública son ejemplo de cómo la academia aporta a la consolidación democrática.  

 

Sin embargo, este compromiso no está exento de desafíos. Mariana Motta, profesora de la Universidad de Toronto, advirtió que las amenazas a las universidades suelen presentarse de manera gradual a través de recortes financieros, restricciones legales y cambios acumulativos que, con el tiempo, pueden limitar seriamente su autonomía y funcionamiento.

Preservar la democracia desde las aulas

Lejos de ser solo un escenario de resistencia, la universidad también es un espacio de construcción. Alejandro Gaviria, exrector de Los Andes y exministro de Educación, lo resumió así: 


“Pensar es peligroso y en estas épocas aún más [...], pero cierta valentía se necesita, cierto coraje en esta lucha del pensamiento contra los fenómenos autocráticos”.

Esa “valentía” a la que alude se traduce en crear puentes entre conocimiento y sociedad al promover debates electorales informados, diseñar programas de formación ciudadana y abrir espacios para que diferentes visiones convivan sin temor a la censura. 

 

A medida que el país se aproxima a unas elecciones decisivas, el reto para las universidades es continuar siendo un espacio abierto, plural y riguroso. Como recordó Hurtado, “las universidades deben ser los lugares en los cuales estas discusiones se pueden hacer”, y en tiempos donde cada voto cuenta, garantizar esos espacios resulta fundamental. 

 

En las aulas, en los laboratorios de investigación y en los auditorios donde se debaten ideas, se forja parte del destino democrático del país. Allí, la educación superior cumple con uno de sus mayores compromisos: ofrecer las herramientas necesarias para que la ciudadanía pueda ejercer su derecho al voto de manera libre, informada y consciente.