
Restaurar la confianza fiscal: columna de Hernando Zuleta para Forbes
Para Zuleta, suspender la regla fiscal agrava el deterioro. Recuperar la sostenibilidad exige reducir gasto, hacer reforma tributaria y ser coherentes."El reto central será encontrar un balance en el cual el gasto total se reduzca, la inversión pública aumente y la actividad privada encuentre condiciones para florecer".
Hernando Zuleta, decano de la Facultad de Economía, para Forbes.
En una columna de opinión publicada en la revista Forbes, Hernando Zuleta, decano de la Facultad de Economía, analiza los efectos de la suspensión de la regla fiscal en Colombia y plantea los retos que enfrentará el próximo gobierno para recuperar la sostenibilidad de las finanzas públicas sin perder legitimidad política.
Zuleta explica que actualmente no se cumplen las condiciones técnicas para activar la cláusula de escape que permite suspender la regla fiscal —creada para asegurar el equilibrio estructural y evitar el sobreendeudamiento—, como lo hizo el gobierno por un periodo de tres años. A diferencia de la pandemia, cuando la suspensión fue justificada y acompañada de un plan de retorno, el contexto actual refleja un deterioro estructural, producto de decisiones fiscales poco sostenibles y expectativas de recaudo infladas.
El Marco Fiscal de Mediano Plazo confirmó este deterioro: se proyecta un déficit fiscal superior al 7 % del PIB en 2025 y una deuda pública que superará el 63 %. El aumento del gasto burocrático, la creación de nuevas entidades y la sobrestimación de ingresos son factores clave del desajuste.
El decano advierte que, aunque el gobierno justifica la suspensión por la falta de condiciones políticas para una reforma tributaria estructural, ha anunciado una nueva reforma con la que busca recaudar $19 billones. Sin embargo, los mercados han reaccionado con desconfianza: los TES superaron el 10 % y agencias como Moody’s exigen señales claras de disciplina fiscal.
En su análisis, Zuleta propone una hoja de ruta clara: un recorte real del gasto, una reforma tributaria coherente y una narrativa fiscal que recupere la credibilidad institucional. Para él, el daño más grave no está en las cifras, sino en el debilitamiento de una institucionalidad que tomó años construir.