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Las corazonadas no son indicadores para tomar decisiones empresariales

En una economía alterada por el coronavirus, la preparación es fundamental para el éxito de las empresas. Tenga en cuenta las siguientes claves.

En la economía actual, que se ha visto alterada por la pandemia del coronavirus, las decisiones estratégicas para hacer uso eficiente del capital humano y de los recursos disponibles a corto, mediano y largo plazo serán fundamentales para la supervivencia de las empresas.

En este contexto, acudir de forma permanente a la intuición y a “las corazonadas” para definir la manera de afrontar los retos y las dificultades en medio de la crisis son prácticas poco recomendadas por su falta de precisión y por estar basadas en supuestos, que aportan poco o nada a los cambios que se deben implementar. Por este motivo, es de gran importancia tomar un tiempo para comprender el contexto y adoptar decisiones responsables basadas en la preparación.

"Para ser un mejor gerente, directivo o empresario se debe estar actualizado y desarrollar nuevas habilidades. Esto marcará la diferencia frente a la supervivencia y la competitividad”, asegura Jaime Marín Gálvez, director de Programas Abiertos de Educación Ejecutiva de la Facultad de Administración.

Marín Gálvez, experto en mercadeo, comparte ocho claves para que líderes de empresas logren una gestión efectiva y exitosa:

  1. Estar actualizado: no basta con enterarse a través de medios de comunicación cómo está cambiando el panorama (en el país, la región, la geopolítica, los mercados, entre otros). Es necesario escuchar a expertos de primer nivel, a grandes investigadores y pensadores, a analistas y profesores para tener una visión completa.
  2. Adaptarse a la nueva realidad: el teletrabajo y trabajo en casa llegaron para quedarse y con ellos es primordial comprender que la gestión del éxito no depende del seguimiento presencial de los colaboradores, así como entender que la formación virtual es un camino valioso para adquirir nuevas herramientas del “kit gerencial”.
  3. Renegociar acuerdos y metas: ante la nueva realidad, es necesario modificar los acuerdos y las metas previamente pactadas. En este caso, la capacidad de negociación es vital para hacer un manejo efectivo de conversaciones difíciles y alcanzar acuerdos por cooperación.
  4. Comunicar de forma asertiva: el manejo de la información interna y externa es esencial para gestionar las expectativas de los diversos stakeholders (público de interés para una empresa que permite su completo funcionamiento) y para transmitir mensajes claros y persuasivos de decisiones complejas sobre los nuevos rumbos estratégicos.
  5. Manejo del talento humano y la virtualidad: se requiere de una dirección efectiva en asuntos como: el trabajo remoto, los horarios flexibles y su gestión desde la virtualidad. También es recomendable evitar el exceso de reuniones (o la “reunionitis”) y fomentar una economía del tiempo (solucionar asuntos por vías más rápidas como correos o mensajes de texto).
  6. Pensamiento estratégico: contar con nuevas herramientas para repensar la organización, su nuevo enfoque estratégico y los objetivos que se deben alcanzar, teniendo en cuenta elementos como la transformación digital y la sostenibilidad.
  7. Innovar: revisar al interior de la organización capacidades o proyectos que pueden ser impulsados con colaboradores para encontrar grandes soluciones (intraemprendimiento) y descubrir nuevos productos o servicios que se pueden lanzar (innovaciones adyacentes) para diversificar el portafolio.
  8. Actualizar el modelo de liderazgo: es importante dejar atrás los paradigmas del líder tradicional y actualizarse a través de una visión de líder transformador y estratégico para el desarrollo de la organización.

La actualización es la clave para enfrentar los retos actuales y futuros. Tomarse un tiempo para entender el contexto, aprender sobre nuevas tendencias y prepararse para nuevos desafíos resulta más acertado que tomar decisiones a la ligera.