¿Qué mantiene al personal de salud dando la batalla contra el COVID-19?
A más de un año del inicio de la pandemia, investigación evaluó fatiga y determinación en médicos, enfermeras y otros profesionales.La pandemia por el COVID-19 ha planteado retos para el personal de salud que da la batalla día a día para salvar vidas. Estos desafíos, sin duda, estarían llevando a una fatiga cognitiva y emocional para los trabajadores, ¿qué factor los mantiene de pie enfrentando esta pandemia?
Una investigación del Laboratorio de emociones y juicios morales, de la Facultad de Ciencias Sociales, en colaboración con la Facultad de Medicina, de la Universidad de los Andes, indaga sobre la relación entre niveles de determinación y de fatiga en el personal médico, considerando a la determinación como la tendencia de las personas a perseguir metas a largo plazo con entusiasmo y trabajo arduo a pesar de los obstáculos que se presentan en el camino.
Una hipótesis inicial de los investigadores plantea que, a mayores niveles de determinación en los trabajadores, se presentan menores niveles de fatiga. El proyecto indagó en 854 personas, de hospitales de Bogotá, entre médicos especialistas, médicos generales, enfermeras, técnicos de salud, trabajadores sociales, psicólogos entre otras profesiones. Mediciones que se hicieron en cinco momentos desde el inicio de la pandemia: el primero se realizó del 22 de abril al 5 de mayo y el último del 1 al 30 de noviembre, ambas en el 2020.
Los resultados preliminares varían dependiendo de la época en que se realizó la medición, la experiencia profesional y su lugar de trabajo. Estas son algunas de las conclusiones:
1. Relación determinación y fatiga
A más determinación hay menos fatiga de compasión (capacidad de empatía) y decisión (hay una relación inversa), por lo que resulta beneficioso construir herramientas para aumentar la determinación. De esta manera esta característica podría considerarse un protector de factores de agotamiento. La buena noticia es que es posible cultivarla.
Gabriela Fernández, quien hace parte del equipo del laboratorio, explica que el agotamiento emocional y cognitivo puede llevar a una fatiga de decisión, deteriorando la capacidad de tomar decisiones y por ende impactando la salud de los pacientes.
2. Aumento de casos y agotamiento emocional
En el primer pico de la pandemia, que coincide con la tercera medición (17 julio al 15 de agosto), el personal médico mostró más fatiga por compasión. Lo que permite concluir que el aumento de casos ha influido en el agotamiento emocional.
3. Personal de urgencias vs. personal de hospitalización
El personal de hospitalización mostró más determinación que los otros grupos: una hipótesis podría ser que estos profesionales suelen hacer un seguimiento a sus pacientes y así pueden ver cuando su trabajo tiene un impacto positivo. Mientras que en urgencias se presentaron altos niveles de fatiga por compasión.
La razón es que en estos espacios de las instituciones de salud no hay un seguimiento, por el que el personal no tiene certeza si su paciente se recuperó o no, lo que impide que experimenten la satisfacción por compasión.
4. Médicos especialistas tienen mayores niveles de determinación
Los médicos especialistas y mayores de 51 años revelaron mayores niveles de determinación en el estudio. La experiencia y la preparación parecen ser entonces factores que inciden en esta medición.
Mientras que los médicos generales de 26 a 35 años muestran mayores índices de fatiga por compasión y menos determinación. “Los más jóvenes son quienes asumen cargas laborales más intensas y aún más con la pandemia se incrementan sus turnos y trabajan en horas más complejas, lo que les produce mayor fatiga por decisión”, explica la investigadora Fernández.
5. Mujeres del personal de salud con más determinación
En resultados por género, el estudio del laboratorio mostró que las mujeres tienen mayor determinación, pero a su vez mayores niveles de fatiga por compasión. Este resultado podría estar relacionado con temas culturales en los que las mujeres han sido criadas para cuidar y empatizar con el otro.
6. Otros resultados
Durante el primer pico de la pandemia se presentó más fatiga por compasión, sin embargo la determinación no tuvo cambios significativos. Una hipótesis sobre porque se presentaron estos resultados podría entenderse como una familiarización con las labores: “Hubo un momento crítico, pero luego con los protocolos los profesionales ya sabían que hacer, cómo responder”, explicaron los investigadores.
La determinación, como capacidad para enfrentar obstáculos, se trata de un rasgo individual que es parte de la formación y que se puede mantener de forma estable. No obstante, se puede trabajar con otras personas para fortalecerla.
Como un aporte para seguir contribuyendo a la situación actual, el estudio recomendó a las instituciones ofrecer retroalimentación positiva a las personas del hospital: enviar, por ejemplo, un correo semanal sobre el estado de los pacientes para que sea evidente que el esfuerzo está teniendo un efecto positivo. Las instituciones también deben estar atentos con los médicos más jóvenes, cuyo agotamiento es mayor y tomar decisiones para garantizar que tengan tiempo para ellos y para recuperarse.
En lo personal, los médicos pueden reconocer cada esfuerzo que hacen, hablar con familiares de pacientes sobre su estado de salud, como un aporte. Además, comprender que salvar la vida de un paciente por este virus es un trabajo de muchas personas y que el rol de médicos y médicas tiene muchas limitaciones. Sin embargo, es importante reconocer que están haciendo bien su trabajo.
¿Qué pueden hacer quienes no están en los hospitales? Los académicos plantean tener hábitos de cuidado contra el COVID-19, manifestarles a los médicos los agradecimientos y crear lugares para agradecer. Si al final de un tratamiento, pacientes y sus familias envían una carta agradeciendo será un gran aliciente para estos profesionales que aún no terminan de dar la batalla contra esta interminable pandemia.