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Evitar el uso de plásticos para cuidar el medio ambiente

Édgar Galán, egresado de Los Andes, creó un sistema de dispensación que permite recargar productos en envases reutilizables.
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Liderada por Édgar Galán, Productos El Sol da un salto a la innovación y lanza Ecofill, un dispensador de recarga de productos de aseo en envases reutilizables.

Con más de medio siglo en el mercado nacional, Productos El Sol, una pyme colombiana dedicada a la fabricación de productos líquidos de aseo y dirigida por un ingeniero industrial uniandino, lanzó al mercado el que promete ser uno de sus productos más innovadores: Ecofill, un sistema de dispensación que permite a sus clientes recargar productos de aseo en un envase reutilizable pagando únicamente por el contenido.

Concebido para evitar el desperdicio de plástico y reducir la huella de carbono logístico, Ecofill es el resultado de un proyecto que Édgar Galán maduró mientras estudiaba ingeniería industrial en la Universidad de los Andes. “La idea de hacerlo surgió en primer semestre, de hecho, fue el proyecto con el que –con mi grupo de compañeros– participamos en ExpoAndes. Diseñamos el dispositivo y con cada materia en los semestres posteriores fuimos aprendiendo cómo hacer el producto mínimamente viable”.

Cinco años después de haber asumido la presidencia de Productos el Sol, Galán materializó el proyecto y puso en marcha la primera prueba piloto del sistema dispensador. “A inicios de este año instalamos la primera máquina de Ecofill y estará en funcionamiento durante cuatro meses más. Nuestra idea es estructurar un modelo de negocio replicable y masivo, e integrar nuevos aliados estratégicos que nos permitan instalar al menos 100 máquinas más en los próximos cinco años”, explica.

El equipo, que emula el modelo de venta de gaseosas en un cine, está ubicado en un centro comercial de la localidad de Usaquén en Bogotá y funciona como se solía vender la leche antes de que se popularizara su venta en bolsa: mediante la utilización de envases de propiedad del cliente, quien únicamente paga por el contenido.

Bajo este modelo la empresa ha comercializado cerca de 400 litros de productos de aseo. “Por ahora este será un canal de ventas adicional, pero nuestra meta es que para 2030 sea el canal principal de la compañía y que la utilización de envases plásticos sea la mínima posible” indica el CEO de la empresa.

Para este ingeniero, su prioridad al materializar el proyecto –en el que trabajó junto con uno de sus pares uniandinos– fue romper el esquema tradicional del mercado y cambiar la forma de consumir un producto, con sostenibilidad y beneficiando a todos los actores involucrados. Ecofill no solamente permite un ahorro para los clientes, sino que genera un impacto positivo para el medio ambiente y, al tiempo, la compañía obtiene una rentabilidad.

Así, la innovación para la sostenibilidad se convierte en el estandarte de la compañía y particularmente en el emblema de Ecofill. “Cuanto más nos tardemos en tomar decisiones para cambiar nuestros hábitos, más drásticas tendrán que ser las medidas que adoptemos. Aún estamos a tiempo de aprender como consumidores que el desperdicio que generamos es muy alto y que cambiando hábitos pequeños podemos generar un impacto en los recursos del planeta. Por esto, creo que materializar este tipo de iniciativas no es opcional sino una obligación. Debemos identificar las maneras para que cada modelo de negocio migre hacia proyectos sostenibles”, concluye Galán.