Aprendiendo a vivir al lado de un volcán activo
“La voz de Mamajuana”, una novela gráfica que contribuye al desarrollo y empoderamiento de las comunidades en zonas de riesgo.“La voz de Mamajuana” narra la historia de una estudiante que está a punto de reprobar el año académico. Su profesora le ofrece escribir un ensayo sobre el volcán Doña Juana para superar el impase y, es así como Lucía y su abuela, emprenden una travesía por la Cordillera Central Andina, en el departamento de Nariño, para entender las implicaciones de habitar cerca de un volcán activo.
Leonardo Parra, profesor de Diseño, Nancy Palacios, profesora de la Facultad de Educación y Natalia Pardo, profesora de la Facultad de Ciencias, se unieron para crear esta novela que conjuga el diseño, la educación y la vulcanología para aportarle al desarrollo de las comunidades aledañas al volcán Doña Juana.
“Los volcanes transforman las sociedades de una manera muy particular”, dice el profesor Leonardo Parra, doctor en Transformación Urbana y Social en el laboratorio de Informática Urbana de Queensland University of Technology (Australia). En sus palabras, la novela gráfica permite entender qué ha pasado desde el punto de vista geológico, ambiental, social y cultural.
Así mismo lo sugiere la profesora Nancy Palacios: "Logramos hacer un diálogo entre disciplinas y rompimos barreras". Pues, gracias a este trabajo, su conocimiento en vulcanología queda a disposición de los ciudadanos.
“La voz de Mamajuana” busca enseñarle a la comunidad herramientas que les facilite la vida a escasos metros de uno de los volcanes más activos del país. Viene acompañada por “La bitácora de Antonia”, una cartilla de actividades diseñada para acercar el saber científico al saber escolar en la ruralidad. "Cuidar el componente pedagógico y didáctico del material, así como hacer los términos de la vulcanología más entendibles a todas las personas; además, revisé que las actividades de la cartilla fueran variadas". Es aquí, donde Nancy Palacios, experta en sociología, enseñanza y aprendizaje de las ciencias sociales en primaria y secundaria, aporta su granito de arena para favorecer el crecimiento de los niños y niñas de la región.
La última erupción registrada del volcán Doña Juana ocurrió en 2008, cuando emitió ceniza y gases a la atmósfera, lo que despertó la preocupación de las comunidades cercanas y de las autoridades locales. Para Natalia Pardo, geóloga de la Universidad Nacional y experta en volcanes, la clave de esta novela desde su creación era transformar el conocimiento técnico en un lenguaje entendible para los habitantes de la zona.
Si bien había una serie de inquietudes y objetivos claros por parte de los tres expertos, faltaba un eslabón de la cadena para alcanzar el éxito en ese trabajo colectivo. Es por esto que, con la ayuda de Juan David Cáceres, diseñador y artista plástico de la Universidad de los Andes, materializaron las ideas a manera de texto e ilustraciones para construir la novela gráfica.
El proyecto contó con múltiples salidas de campo, conversaciones con profesores de los colegios de la región y acompañamiento constante a las diferentes mesas de trabajo con el fin de incidir en el currículo de los colegios, para que puedan utilizar los libros como material de estudio.
“Digamos que fundamentalmente lo que buscamos con esto es construir una plataforma para desarrollar estrategias de resiliencia en el tiempo”, expresa Parra.
El contenido gráfico es el resultado de un sueño, pero el proceso previo para llegar a ellos les permitió acercarse a la comunidad y conocer de primera mano las preocupaciones de la gente. Lo que permitió aterrizar los conocimientos de las investigaciones académicas y sacarlos de las aulas de clase.
Es clave resaltar que el proyecto académico “Resiliencia socio-ecológica en territorios volcánicos”, que dio lugar a la creación de esta novela, obtuvo el primer puesto en la categoría Proyectos de Impacto, en los reconocimientos Dejar Huella 2022 de la Universidad de los Andes.
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