11/08/2016

La Revista de Ingeniería se renueva

Revista de ingeniería

Renovación de la revista de Ingeniería Uniandes

Después de 25 años de circulación, la publicación se enfocará en reflexiones calificadas sobre temas de ingeniería de gran impacto para la sociedad.

A partir del número 44, en circulación desde el 10 de agosto, la Revista cambia de diseño y de eje. El foco ahora estará concentrado en opiniones de expertos sobre asuntos coyunturales para el país y de interés para la ingeniería y la sociedad. Ejemplo de ello es esta edición dedicada al papel de la ingeniería en el posconflicto.

En conversación con Antonio García-Rozo, director de la publicación y profesor asociado de la Facultad de Ingeniería, buscamos entender a qué le apunta esta transformación.

¿En qué consiste este cambio y por qué decidieron hacerlo?

Antonio García-Rozo: Los 25 años de la Revista de Ingeniería han sido una experiencia de gran valor para la divulgación científica y tecnológica de nuestra Facultad y de otras universidades latinoamericanas que veían en la oportunidad visibilizar sus investigaciones. Durante este tiempo evolucionamos de forma paralela a la investigación y el desarrollo tecnológico en nuestro campo, cuestionándonos permanentemente sobre nuestro papel como medio de comunicación.

Entonces, el comité editorial de la revista decidió dar un paso hacia adelante reconociendo que debíamos aportar con reflexiones calificadas sobre temas de ingeniería de gran impacto para la sociedad, siendo conscientes de que competir con las publicaciones internacionales de orden técnico está fuera de las posibilidades de la revista de la Facultad.

¿Qué resultados se esperan de esta nueva etapa de la Revista de Ingeniería?

AG-R: El principal objetivo que tenemos en la Revista es continuar con la difusión de la ingeniería, enfocándola de una manera crítica y directa hacia los problemas apremiantes de nuestra realidad. Eso implica un gran esfuerzo en lograr un mayor impacto con la publicación, por lo cual estamos incursionando en el uso de nuevos medios, como video y podcasts, y dándole una mayor relevancia a nuestras redes sociales.

Por otra parte, estamos diseñando una estrategia que nos permita acercarnos más a los estudiantes de todos los programas académicos. Asimismo queremos promover una mayor participación de las instituciones universitarias de las regiones, compartir sus reflexiones, sus experiencias, pues creemos que de esta manera es como se impulsa el desarrollo del país.

Con respecto a eso, recién se ha publicado el número 44 de la Revista, que está dedicado al papel de la ingeniería en el posconflicto, ¿por qué considera necesario analizar el posconflicto desde la ingeniería?

AG-R: El país está a punto de sufrir una gran trasformación en la que se requiere de una respuesta eficiente de parte de la ingeniería. Aspectos tan importantes como el saneamiento básico, la provisión de infraestructura de transporte, de telecomunicaciones, de energía eléctrica... Todo esto depende directamente de la ingeniería, pero ha sido por causa del conflicto armado que no ha podido llevar los avances de la tecnología y los proyectos de innovación a las regiones más distantes de la geografía nacional.

¿Quiénes participan en esta edición, y por qué se les ha asignado la responsabilidad de abrir las puertas de esta nueva etapa de la revista?

AG-R: Teniendo en cuenta que un análisis del posconflicto no debería abordarse de forma ligera, invitamos a la exdecana de la Facultad de Economía de los Andes, Ana María Ibáñez, como editora invitada, pues ella conoce de cerca las carencias que tienen las áreas rurales colombianas, además de aportarle el toque interdisciplinar a la edición, que cuenta además con colaboraciones de la senadora Claudia López, del exrector de Los Andes, Carlos Angulo, de expertos en infraestructura vial y de telecomunicaciones, saneamiento básico y energías sostenibles, como son los ingenieros (algunos docentes uniandinos) Germán Ospina, William Carrasco, Carlos Balen y Valenzuela, Álvaro Pinilla y Jaime Loboguerrero, quienes, con sus aportes, aclaran el panorama colombiano para la ingeniería y evidencian el compromiso que tiene esta profesión con el desarrollo de Colombia.

Esta edición es la primera parte de una serie de propuestas eficientes para que, como dice Claudia López en su artículo, el Estado pueda pagarle a los ciudadanos esa deuda histórica que tiene, en lo que a igualdad, crecimiento económico y desarrollo sostenible se refiere.

¿Cuál será el papel que tendrá la ingeniería en el desarrollo del país tras la firma del acuerdo de paz con las Farc?

El papel de la ingeniería no será nada diferente al de cumplir con su misión básica: dar soluciones tecnológicas a las necesidades de la sociedad, pero esta vez en un contexto poco trabajado y poco conocido para la mayoría, que requerirá de respuestas originales que, si son bien manejadas, podrían dar la oportunidad de lograr un nivel de desarrollo tecnológico nunca imaginado. Y por otra parte, está el papel de las escuelas de ingeniería, su responsabilidad con la formación de profesionales que entiendan el país de una forma distinta, que sean capaces de pensar en una nueva Colombia.

Para entender mejor este asunto, están invitados a leer la más reciente edición de la Revista de Ingeniería.

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