Inteligencia artificial para la creación y la educación

A finales de 2022 se lanzó Chat GPT, la aplicación de inteligencia artificial (IA) generativa que de una forma conversacional responde preguntas como si lo hiciera un amigo experto. 

Rápidamente, el público empezó a usar este chatbot para tareas como la redacción de textos o la escritura de código de programación. Para algunos se volvió su asistente. Igualmente, las aplicaciones para generar imágenes como DALL- E se popularizaron, y quienes nunca habían tomado un pincel, comenzaron a generar piezas deslumbrantes con diferentes técnicas artísticas. 

Pero, la inteligencia artificial. ¿Potencia o adormece la creatividad?

A pesar de sus imperfecciones o alucinaciones, –como se conocen las respuestas equivocadas de la IA– se comenzó a utilizar en oficinas y escuelas. De sus usos y repercusiones en la creatividad y la educación hablaron investigadores en el evento Inteligencia Artificial: la evolución de la creatividad, que se realizó en la Universidad de los Andes. 

Sandra Cortesi, del Centro Berkman Klein para el Internet y la Sociedad de la Universidad de Harvard, dio un panorama de la situación de la creación con IA, planteando su uso como una herramienta potenciadora de la creatividad.  


Sandra Cortesi, del Centro Berkman Klein para el Internet y la Sociedad de la Universidad de Harvard y profesora de la Universidad de Zurich. Foto: Daniel Álvarez.

 
Un estudio de Common Sense mostró como en Estados Unidos 53 % de jóvenes entre 14 y 22 años la utiliza para obtener información, 46 % como ayuda escolar y 51 % para hacer lluvia de ideas. Aunque solo 4 % la utiliza diariamente, 34 % de los que nunca la han usado creen que sería útil.  

En escenarios artísticos, recordó el caso de Jason M. Allen, quien ganó la Feria Estatal de Arte de Colorado, EE.UU, utilizando Midjourney, un programa de IA que convierte texto en gráficos hiperrealistas.  

En video: Cómo educar aprovechando la inteligencia artificial
 

Estas herramientas traen el reto de saber cómo trabajar con ellas. Son potentes y podrían enriquecer los procesos de creación y aprendizaje, el temor es que se limiten a ser aplicaciones para que los estudiantes cumplan sus deberes rápidamente, sin darles la oportunidad de desarrollar habilidades como el pensamiento crítico o la de sintetizar textos. 

En la apertura del evento, la rectora de la Universidad de los Andes, Raquel Bernal, planteó que estas nuevas tecnologías “requerirán nuevas y renovadas competencias que serán el resultado de una experimentación continua y creativa entre estudiantes y educadores”. 

Estas son algunas de las perspectivas que plantearon los investigadores respecto a la creatividad y la educación en la era de la IA. 

Panel “IA en la educación preescolar, básica y media: ¿potenciador o amenaza para la creatividad?”. Foto: Daniel Álvarez.

Creatividad e inteligencia artificial 

Cortesi, doctora en psicología, citó una de las definiciones de creatividad como la habilidad de crear algo nuevo y útil. Respecto a la pregunta sobre si la IA podía ayudar a la creatividad, respondió afirmativamente con algunos estudios. 

Uno de ellos es el de Anil R. Doshi  y  Oliver P. Hauser en el que concluyeron que en la escritura la IA generativa puede mejorar la creatividad individual, proporcionando nuevas ideas e inspiración, especialmente a los escritores menos creativos.

Con este panorama, Cortesi enumera los aspectos que en Harvard han analizado y que pueden ayudar en la creación:  

• La promoción del pensamiento divergente  

• La creación de ideas 

• El desafío de prejuicios 

• Evaluación y perfeccionamiento de ideas  

• La colaboración con usuarios y consumidores

Uno de los productos que la entusiasman es la creación de los digital twins, o gemelos digitales, que ayudarían en la creación, evaluación y perfeccionamiento de ideas. 

Un digital twin es una especie de réplica digital de una persona, que ayudaría a resolver, evaluar o perfeccionar ideas. Por ejemplo, un chat que se alimente de los libros, artículos y entrevistas de Gabriel García Márquez podría responder con ideas muy cercanas a las del premio Nobel. Sería como tener al autor a la mano.  

Uno de los ejemplos más conocidos de gemelo digital es el de Riff Hoffman, cofundador de LinkedIn, que fue alimentado con sus libros, conferencias y podcast. 

Aunque optimista sobre el futuro de estas tecnologías, Cortesi plantea algunas preocupaciones. Una es perder el placer de participar en la creación. “Si Chat GPT puede escribir una historia mejor que yo en una semana ¿Quiero seguir ensayando y escribiendo yo misma?”, indaga. 

El público respondiendo preguntas sobre inteligencia artificial.

Otra preocupación es sobre la diversidad de los productos de la IA, que alimentadas con una información hegemónica arrojarán creaciones similares y poco diversas, por lo que se pregunta si se estarán dejando de lado culturas y nuevas perspectivas. 

Aún con estas inquietudes, Cortesi ve varias ventajas y un potencial en la democratización de la creación, donde personas que carecían de ciertos talentos pueden tener en estas herramientas la forma de obtener obras propias que pueden utilizar. 

Vea el evento completo:

Educación e inteligencia artificial 

Santiago Amador, miembro del centro Berkman Klein para el Internet y la Sociedad de Harvard, destacó que la IA puede cambiar la dinámica tradicional de la educación en varios aspectos.  

Aunque tiene algunos temores sobre su aplicación, compara ese miedo como el de lanzarse por un tobogán, donde hay temor, pero es emocionante. 

Señaló como la educación tradicional tiene el foco principal en el profesor como transmisor de conocimiento. Sin embargo, la IA ha comenzado a desplazar este modelo hacia un enfoque más centrado en el aprendizaje mismo. 

Amador destaca que "la inteligencia artificial ya no les come cuento a los profesores cuchilla, porque lo que importa es aprender". Señala así que se apunta hacia el aprendizaje efectivo, dejando de lado la rigidez de algunas metodologías tradicionales. 

Santiago Amador, magíster en Administración Pública de la Universidad de Harvard y magister de Ciencias Sociales del Internet de la Universidad de Oxford.

Otra posibilidad es el aprendizaje adaptativo. Las herramientas pueden ajustarse a las necesidades individuales de cada estudiante, proporcionando refuerzos específicos donde se detecten dificultades. Estas pueden repetir la información tantas veces como sea necesario hasta que el estudiante la comprenda completamente. 

Un ejemplo es Duolingo, una aplicación de aprendizaje de idiomas que no "raja" a los estudiantes cuando cometen errores, sino que les proporciona ejercicios adicionales para reforzar las áreas en las que fallaron.   

El aprendizaje autónomo también es una de las ventajas que ofrece la IA. Los estudiantes pueden seguir el programa de aprendizaje a su propio ritmo, en cualquier lugar y en cualquier momento.  

Otra característica es el aprendizaje activo, donde los estudiantes reciben retroalimentación constante, lo que hace que las sesiones de aprendizaje sean más dinámicas.  

Aunque son varios los beneficios que trae la IA a la educación, Amador llamó la atención sobre temas como la inequidad. Advierte que las personas con acceso limitado a internet no pueden acceder a estas herramientas de la misma manera, lo que puede ampliar la brecha existente en lugar de cerrarla.  

Finalmente, subrayó que el futuro de la educación y la IA no debe limitarse a su uso. Los países deberían buscar entenderlas y crearlas, algo que puede marcar la diferencia entre los países en esta nueva era digital. 

La IA está revolucionando la creación y la educación, lo que invita a que haya una constante reflexión sobre su uso para sacarle provecho de la forma más enriquecedora y ética.