Entender las necesidades del entorno

Como positiva y productiva calificaron los investigadores de la Universidad de los Andes su participación en la IX Rueda de Innovación y Negocios Tecnnova, que se realizó los días 19 y 20 de agosto, en Medellín.

En esta ocasión, no solo hubo un mayor número de grupos en el evento (24 frente a los cinco que asistieron en la versión anterior de la rueda) sino que algunos de ellos concretaron nuevos encuentros con empresarios para el posible desarrollo de tecnologías y productos específicos.

“Todos se van muy contentos -dijo Cristina Botero, jefe de Relaciones Institucionales de Los Andes-. Independientemente de los negocios que se den, ellos pudieron entender las necesidades del entorno, focalizar sus proyectos de investigación y obtener nuevas ideas sobre lo que necesita el sector productivo, para ver cómo se enfocan”.

El investigador Andrés González, director del Grupo de diseño de productos y procesos, manifestó, por su parte, que el balance es muy alentador. “Tuve la oportunidad de estar el año antepasado y, aunque fue muy bueno, creo que este lo superó con creces, no solo en términos de organización sino para el grupo”, dijo.

En su caso, tuvo 15 citas de negocios, de un potencial de 18 que fueron programadas. Además, se reunió con cinco empresas con las que no había planeado un encuentro, entre ellas, Harinera del Valle.
“Esta experiencia nos retroalimenta pues, al establecer una política o norte como grupo de investigación, las distintas citas con la industria nos indican que estamos apuntando a donde es: el diseño de productos y procesos”, afirmó González.

Según el experto, esta interacción universidad-empresa les permite a los docentes e investigadores conocer más de cerca los problemas del país que pueden abordarse desde la academia, y de esta forma orientar mejor el conocimiento y la tecnología que del mismo se derive en las universidades.

En cuanto a resultados concretos, el investigador destacó un avance significativo con la Corporación Vidarium, del Grupo Empresarial Nutresa, con la que se reunirán la próxima semana para hablar sobre propiedad intelectual y confidencialidad. Y Sumicol S.A. mostró su interés en continuar trabajando en una aplicación de la tecnología del grupo.

“Nuestra fortalezas apuntan, particularmente, a empresas de la industria de alimentos y cosméticos, con las cuales vamos a establecer contactos para que nos visiten y podamos definir líneas específicas de investigación para desarrollo de productos”, explicó González.

Outsourcing en innovación

Por su parte, Mauricio Cárdenas, del Grupo Innovación Tecnológica y Globalización, afirmó que se lograron contactos y citas con empresas como Postobón, Terpel, Sura y Expreso Brasilia.

“A partir de las reuniones que tuvimos con las empresas, aprendimos que el grupo de investigación puede ser un outsourcing de servicios de apoyo en innovación”, señaló el investigador.

Para el experto, la mayor preocupación para los empresarios es cómo hacer que aquellas innovaciones que ya existen se adopten dentro de la organización y cómo acelerar el proceso de innovación para que las compañías sean más efectivas.

De otro lado, hizo énfasis en la necesidad de que en las próximas ruedas de negocios haya la posibilidad de concretar, entre grupos y empresarios, conversaciones previas al evento, de manera que estos últimos entiendan qué ayuda específica pueden obtener por parte de los investigadores que están dispuestos a reunirse con ellos.

“Algunos empresarios buscan soluciones que un grupo no puede ofrecerles y ese tiempo con ellos en la rueda podría utilizarse en brindarle apoyo a organizaciones que estén más alineadas con las capacidades de los grupos”, recomendó Cárdenas, quien resaltó la importancia de publicar videos explicativos de lo que hace cada grupo para que los empresarios definan si estos pueden o no ayudarles a resolver sus retos.

Más poder de decisión

Johann Osma, director de la línea de Biosistemas del grupo de investigación Centro de Microelectrónica (CMUA), tuvo 10 citas formales y 10 no previstas con inversionistas interesados en tecnologías muy específicas.

Según el experto, en esta versión de Tecnnova hubo mayor participación de la industria y de las universidades, quienes llegaron con propuestas más variadas. Enfatizó en que para próximas ruedas de negocios, los centros académicos deben depurar mucho más las tecnologías y servicios que presenten y las empresas, aclarar su portafolio de inversión y sus necesidades.

Respecto a estas últimas, Osma sugirió que en futuras reuniones participen con un equipo humano más completo y con poder de decisión, ya que en algunos casos solo llegan observadores tecnológicos que, aunque tratan de conocer la oferta, no tienen una mirada tan profunda para identificar oportunidades y definir trabajos conjuntos. De esta forma “se evita que los contactos sean superfluos respecto a los costos tan altos para las universidades de traer sus grupos de investigación”, explicó el investigador.

“Con las universidades, en algunos casos, pasa algo similar. Deben traer gente mucho más especializada y con más poder de decisión, porque a veces son solo divulgadores de información y en el momento de ahondar en los temas, se cierran posibilidades”, afirmó Osma.

Finalmente, concluyen los investigadores, aunque muchas citas no necesariamente concretan algún negocio y otras apenas llevan a un próximo encuentro, estas son claves porque de ellas surgen muchas ideas para el trabajo de los grupos.

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