El cambio climático no es una fábula. Los niveles de contaminación atmosférica y deforestación alcanzaron niveles insospechados en 2022. Hacerles frente a estas problemáticas es urgente. De ahí, la importancia de entender qué son y cómo funcionan los mercados de carbono.

Contaminación atmosférica y deforestación, cifras aterradoras en 2022

Un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indica que la concentración de gases de efecto invernadero batió récords en 2022. Según este boletín de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que hace parte de la ONU, la concentración en la atmósfera de dióxido de carbono fue un 150 % más alta que la registrada en el año 1750, en la época preindustrial. Desde entonces, la temperatura del planeta ha aumentado 1,15 grados centígrados, como ocurrió el 2022, precisa también la ONU.

Pero no solo los gases de efecto invernadero son un problema. Un estudio de Global Forest Watch (GFW) asegura que en 2022 el planeta perdió una superficie de bosques tropicales equivalente al tamaño de Suiza, como producto de la deforestación. 

El profesor Manuel Rodríguez Becerra presentó, recientemente, un dato alarmante sobre la deforestación: existe una relación entre la deforestación del Amazonas y el clima del Himalaya:

“Los investigadores han encontrado evidencia que sugiere que la deforestación en la selva amazónica está influyendo en el clima en el Tíbet, a más de 15.000 kilómetros de distancia. Este hallazgo, señalan los investigadores, sugiere que, si se alcanza un punto de inflexión en la Amazonía, es decir, la deforestación del 25%, podría crear un punto de inflexión en el Tíbet, donde las temperaturas y precipitaciones se verían afectadas de forma permanente”, aseguró Rodríguez Becerra, el 11 de diciembre de 2023, en la audiencia pública en el Tribunal de Cundinamarca, donde se adelanta una acción popular que pretende salvar la Amazonía en Colombia recogiendo las conclusiones de una investigación de Nature Climate Change.

También la OMM detalla que el dióxido de carbono es el responsable de alrededor del 64 % del efecto de calentamiento del clima.

Petteri Taalas, secretario general de la OMM, explicó durante la entrega del informe que los efectos del aumento de temperaturas en el planeta se traducirán en que “las condiciones meteorológicas se volverán más extremas: calor intenso y fuertes precipitaciones, derretimiento de los glaciares, elevación del nivel del mar y calentamiento y acidificación de los océanos".

¿Qué son y cómo funcionan los mercados de carbono?

 

Como un aliciente y una respuesta al inminente peligro del calentamiento global, surge el mecanismo de los mercados de carbono.

Según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, los mercados de carbono son un instrumento con el que se busca integrar, dentro de las actividades productivas, el costo social y ambiental que se genera al emitir gases de efecto invernadero.

Para entender mejor cómo funcionan, el profesor de la Universidad de los Andes y primer ministro de Medio Ambiente del país, Manuel Rodríguez Becerra, los explicó:

“Se crean como un mecanismo de la deforestación evitada”.
​​​​​​Rodríguez Becerra explica el escenario de los mercados de carbono en Colombia con tres actores y el instrumento de los créditos de carbono:

• El propietario de los bosques: que evita la desforestación y es dueño de los créditos de carbono.
• El promotor de los créditos de carbono: el intermediario para vender los créditos.
• El comprador: la empresa que genera gases de efecto y quiere disminuir su huella de contaminación comprando los créditos de carbono.

Un ejemplo de la dinámica podrían ser las empresas aéreas, que pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que generan la quema de los combustibles de los aviones, a través de la compra de los créditos de carbono que vendan los propietarios de los bosques que no deforestan, y que lo hacen a través de sus intermediarios o promotores en los mercados de carbono.

Los créditos de carbono representan una reducción verificada de emisiones de gases de efecto invernadero equivalentes a una tonelada métrica de dióxido de carbono (CO₂). En esencia son la cantidad de gases que se han evitado si no se tala determinado porcentaje de bosque, por ejemplo. 

Este proyecto de protección de bosque debe tener la certificación de una empresa especializada —detalla el profesor Becerra— que indique que efectivamente se está evitando que no se deforeste cierto número de hectáreas de bosque y que eso es equivalente a evitar un determinado número de toneladas de gases de efecto invernadero.

Estos créditos pueden comprarse y venderse en el mercado de carbono.

Empresas u organizaciones que no pueden reducir sus emisiones lo suficiente para cumplir con los límites establecidos pueden comprar créditos de carbono para compensar tales emisiones.

Falencias de los mercados de carbono

Si bien hay una gran expectativa con los mercados de carbono, se ha encontrado que “se ha sobreestimado la deforestación que se evita con un determinado proyecto, lo que quiere decir que quienes han certificado esos proyectos han tomado una línea base de la posible deforestación bastante exagerada”, afirma Rodríguez Becerra, exministro de Medio Ambiente. 

Si se tasa una deforestación alta a la que verdaderamente ocurre, se pueden vender créditos de carbono inflados, o como los define el profesor Rodríguez, posibles créditos de aire caliente.

No obstante, concluye, los mercados de carbonos hay que salvarlos, pues son una alternativa contra la deforestación.
Escrito por:

Luis Felipe Laverde Salamanca

Periodista